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En 2 Corintios 9:7, el apóstol Pablo dijo: "Dios ama al dador alegre" Al animar a los creyentes de Corinto a dar generosamente, Pablo no quería que dieran por encima de sus posibilidades, "a regañadientes o por obligación"; lo más importante, quería que confiaran en sus convicciones internas. Este pasaje y este devocional nos recuerdan que a Dios le preocupan más los motivos de nuestro corazónque nuestras acciones.
Versículo clave: 2 Corintios 9:7
Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre. (RVR)
Asuntos del corazón
La idea principal de 2 Corintios 9:7 es que nuestra ofrenda debe ser voluntaria y brotar de una actitud alegre. Debe salir del corazón. Pablo habla de la ofrenda económica, pero la ofrenda voluntaria y alegre va más allá del ámbito de la ofrenda monetaria. Servir a nuestros hermanos y hermanas es otra forma de ofrenda.
¿Te has dado cuenta alguna vez de cómo disfrutan algunas personas siendo desgraciadas? Les gusta quejarse de todo, pero especialmente de las cosas que hacen por los demás. Una etiqueta apropiada para quejarse de los sacrificios que hacemos para ayudar a otra persona es el "Síndrome del Mártir".
Hace mucho tiempo, un sabio predicador dijo: "Nunca hagas algo por alguien si luego te vas a quejar de ello", y continuó: "Sólo sirve, da o haz lo que estés dispuesto a hacer felizmente, sin lamentarte ni quejarte" Es una buena lección que hay que aprender. Por desgracia, no siempre vivimos según esta regla.
El apóstol Pablo hizo hincapié en la idea de que hacer regalos es una cuestión de corazón. Nuestros regalos deben salir del corazón, voluntariamente, no a regañadientes ni por obligación. Pablo se basó en un pasaje de la Septuaginta (LXX): "Dios bendice al hombre alegre y dadivoso" (Proverbios 22:8, LES).
La Escritura reitera esta idea muchas veces. Sobre dar a los pobres, Deuteronomio 15:10-11 afirma:
Ver también: La red de joyas de Indra: una metáfora del interser Le darás gratuitamente, y tu corazón no será rencoroso cuando le des, porque por esto el Señor, tu Dios, te bendecirá en todo tu trabajo y en todo lo que emprendas. Porque nunca dejará de haber pobres en la tierra. Por eso te ordeno: 'Abrirás tu mano a tu hermano, al necesitado y al pobre, en tu tierra'.Dios no sólo ama a los dadores alegres, sino que los bendice:
Los generosos serán bendecidos, porque comparten su comida con los pobres (Proverbios 22:9).Cuando somos generosos en nuestra entrega a los demás, Dios nos devuelve la misma medida de generosidad:
Ver también: Santa Gemma Galgani Patrona Estudiantes Vida Milagros "Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la medida que medís, os será medido" (Lucas 6: 38).Si nos quejamos de dar y de las cosas que hacemos por los demás, en esencia, nos robamos a nosotros mismos una bendición de Dios y la oportunidad de recibir de él.
Por qué Dios ama al que da con alegría
La naturaleza de Dios es abierta y generosa. Lo vemos en este famoso pasaje:
"Porque tanto amó Dios al mundo que le dio..." (Juan 3:16)Dios entregó a su Hijo, Jesucristo, que dejó atrás las gloriosas riquezas del cielo, para venir a la tierra. Jesús nos amó con compasión y empatía. Entregó voluntariamente su vida. Amó tanto al mundo que murió para darnos la vida eterna.
¿Hay alguna manera mejor de aprender a ser un dador voluntario y alegre que observar la forma en que Jesús dio? Jesús ni una sola vez se quejó de los sacrificios que hizo.
A nuestro Padre celestial le encanta bendecir a sus hijos con buenos regalos. Del mismo modo, Dios desea ver su propia naturaleza duplicada en sus hijos. Dar con alegría es la gracia de Dios revelada a través de nosotros.
Imagínense la alegría que sintió Dios cuando esta congregación de Texas empezó a dar generosa y alegremente:
Cuando la gente empezó a pasar apuros por el declive de la economía en 2009, la iglesia Cross Timbers Community Church de Argyle, Texas, intentó ayudar. El pastor dijo a la gente: "Cuando pase el plato de las ofrendas, si necesitáis dinero, cogedlo del plato".La iglesia repartió 500.000 dólares en sólo dos meses. Ayudaron a madres solteras, viudas, a una misión local y a algunas familias atrasadas en el pago de sus facturas de servicios públicos. El día que anunciaron la oferta de "tomar del plato", recibieron la mayor ofrenda de su historia.
--Jim L. Wilson y Rodger Russell
Si damos a regañadientes, es señal de una enfermedad subyacente del corazón. Dios ama al que da con alegría, porque el don procede de un corazón que se ha alegrado.
Fuentes
- Wilson, J. L., & Russell, R. (2015). "Sacar dinero del plato". Ilustraciones para predicadores.
- I & II Corintios (Vol. 7, p. 404). Nashville, TN: Broadman & Holman Publishers.