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En la antigüedad, la inmensa mayoría de la gente era analfabeta. Las noticias se difundían de boca en boca. Hoy, irónicamente, estamos inundados de información sin parar, pero la vida es más confusa que nunca.
Ver también: ¿Qué son los siete pecados capitales?¿Cómo nos abrimos paso entre todas esas voces? ¿Cómo podemos ahogar el ruido y la confusión? ¿Adónde acudimos en busca de la verdad? Sólo una fuente es completa y sistemáticamente fiable: Dios.
Versículo clave: 1 Corintios 14:33
"Porque Dios no es un Dios de confusión, sino de paz".
Dios nunca se contradice. Nunca tiene que volver atrás y disculparse porque "habló mal". Su agenda es la verdad, pura y simple. Él ama a su pueblo y proporciona sabios consejos a través de su palabra escrita, la Biblia.
Además, como Dios conoce el futuro, sus instrucciones siempre conducen al resultado que Él desea. Se puede confiar en Él porque sabe cómo acaba la historia de cada uno.
Cuando seguimos nuestros propios impulsos, nos dejamos influir por el mundo. Al mundo no le sirven los Diez Mandamientos. Nuestra cultura los considera limitaciones, normas anticuadas destinadas a aguar la fiesta a todo el mundo. La sociedad nos insta a vivir como si no hubiera consecuencias para nuestros actos. Pero sí las hay.
No hay confusión sobre las consecuencias del pecado: prisión, adicción, enfermedades de transmisión sexual, vidas destrozadas. Incluso si evitamos esas consecuencias, el pecado nos aleja de Dios, un mal lugar para estar.
Dios está de nuestro lado
La buena noticia es que no tiene por qué ser así. Dios siempre nos está llamando hacia sí, tendiéndonos la mano para establecer una relación íntima con nosotros. Dios está de nuestra parte. El coste parece alto, pero la recompensa es tremenda. Dios quiere que dependamos de él. Cuanto más plenamente nos entreguemos, más ayuda nos dará.
Jesucristo llamó a Dios "Padre", y también es nuestro Padre, pero como ningún padre en la tierra. Dios es perfecto, nos ama sin límites. Siempre perdona. Siempre hace lo correcto. Depender de Él no es una carga, sino un alivio.
El alivio se encuentra en la Biblia, nuestro mapa para vivir correctamente. De principio a fin, apunta a Jesucristo. Jesús hizo todo lo que necesitamos para llegar al cielo. Cuando creemos eso, nuestra confusión sobre el rendimiento desaparece. La presión desaparece porque nuestra salvación está asegurada.
Rezar para alejar la confusión
El alivio también se encuentra en la oración. Cuando estamos confusos, es natural que nos pongamos ansiosos. Pero la ansiedad y la preocupación no consiguen nada. La oración, en cambio, pone nuestra confianza y nuestra atención en Dios:
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias; y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4:6-7, RVR)Cuando buscamos la presencia de Dios y pedimos su provisión, nuestras oraciones atraviesan la oscuridad y la confusión de este mundo, creando una apertura para una efusión de la paz de Dios. Su paz refleja su naturaleza, que permanece en completa serenidad, totalmente separada de todo caos y confusión.
Imagina la paz de Dios como un escuadrón de soldados que te rodea, montando guardia para protegerte de la confusión, la preocupación y el miedo. La mente humana no puede comprender este tipo de tranquilidad, orden, integridad, bienestar y serena confianza. Aunque no lo comprendamos, la paz de Dios protege nuestros corazones y nuestras mentes.
Los que no confían en Dios y entregan su vida a Jesucristo no tienen esperanza de paz. Pero los que están reconciliados con Dios, acogen al Salvador en sus tormentas. Sólo ellos pueden oírle decir "¡Paz, enmudece!" Cuando estamos en relación con Jesús, conocemos al que es nuestra paz (Efesios 2:14).
Ver también: El verdadero nombre de Jesús: ¿Debemos llamarle Yeshua?La mejor elección que podemos hacer es poner nuestra vida en manos de Dios y depender de Él. Él es el Padre protector perfecto. Él siempre tiene en cuenta nuestros mejores intereses. Cuando seguimos sus caminos, nunca podemos equivocarnos.
El camino del mundo sólo conduce a una mayor confusión, pero podemos conocer la paz -una paz real y duradera- dependiendo de un Dios digno de confianza.
Cite este artículo Formatee su cita Zavada, Jack. "God Is Not the Author of Confusion - 1 Corinthians 14:33." Learn Religions, 8 de febrero de 2021, learnreligions.com/defeating-confusion-1-corinthians-1433-701588. Zavada, Jack. (2021, 8 de febrero). God Is Not the Author of Confusion - 1 Corinthians 14:33. Obtenido de //www.learnreligions.com/defeating-confusion-1-corinthians-1433-701588 Zavada,Jack: "Dios no es el autor de la confusión - 1 Corintios 14:33", Learn Religions //www.learnreligions.com/defeating-confusion-1-corinthians-1433-701588 (consultado el 25 de mayo de 2023). cita de la copia