Jesús y los cambistas Guía de estudio de la historia bíblica

El lunes de la Semana de la Pasión, Jesús entró en Jerusalén y encontró en el Templo a mercaderes y cambistas. Derribó las mesas de los cambistas, expulsó a los que compraban y vendían animales para el sacrificio y acusó a los dirigentes judíos de profanar la casa de oración de Dios convirtiéndola en un mercado de chantaje y corrupción.

Los relatos de Jesús expulsando a los cambistas del Templo se encuentran en Mateo 21:12-13; Marcos 11:15-18; Lucas 19:45-46; y Juan 2:13-17.

Jesús y los cambistas

Pregunta para la reflexión: Jesús limpió el Templo porque las actividades pecaminosas interferían con el culto. ¿Necesito limpiar mi corazón de actitudes o acciones que se interponen entre Dios y yo?

Resumen de la historia de Jesús y los cambistas

Jesucristo y sus discípulos viajaron a Jerusalén para celebrar la fiesta de la Pascua. Encontraron la ciudad sagrada de Dios rebosante de miles de peregrinos venidos de todas partes del mundo.

Al entrar en el Templo, Jesús vio a los cambistas, junto con mercaderes que vendían animales para el sacrificio. Los peregrinos llevaban monedas de sus ciudades de origen, la mayoría con imágenes de emperadores romanos o dioses griegos, que las autoridades del Templo consideraban idólatras.

El sumo sacerdote ordenó que sólo se aceptaran siclos tirios para el impuesto anual de medio siclo del Templo porque contenían un mayor porcentaje de plata, así que los cambistas cambiaban monedas inaceptables por estos siclos. Por supuesto, sacaban un beneficio, a veces mucho mayor del que permitía la ley.

Jesús estaba tan lleno de ira por la profanación del lugar santo que tomó unas cuerdas y las tejió en un pequeño látigo. Corrió de un lado a otro, derribando las mesas de los cambistas y derramando monedas por el suelo. Expulsó a los cambistas de la zona, junto con los hombres que vendían palomas y ganado. También impidió que la gente utilizara el patio como atajo.

Al limpiar el Templo de codicia y lucro, Jesús citó a Isaías 56:7: "Mi casa será llamada casa de oración, pero vosotros la convertís en cueva de ladrones" (Mateo 21:13).

Los discípulos y los demás presentes estaban admirados de la autoridad de Jesús en el lugar sagrado de Dios. Sus seguidores recordaron un pasaje del Salmo 69:9: "El celo por tu casa me consumirá" (Juan 2:17).

La gente común estaba impresionada por las enseñanzas de Jesús, pero los jefes de los sacerdotes y los escribas le temían a causa de su popularidad y empezaron a tramar una forma de destruir a Jesús.

Puntos de interés

• Jesús expulsó a los cambistas del Templo el lunes de la Semana de Pasión, sólo tres días antes de la Pascua y cuatro días antes de su crucifixión.
• Los estudiosos de la Biblia creen que este incidente ocurrió en el Pórtico de Salomón, la parte más exterior del lado este del Templo. Los arqueólogos han encontrado una inscripción griega datada en el año 20 a.C. procedente del Patio de los Gentiles, en la que se advierte a los no judíos de que no deben adentrarse más en el Templo, por temor a la muerte.
• El sumo sacerdote recibía un porcentaje de las ganancias de los cambistas y mercaderes, por lo que su expulsión del recinto del Templo le habría causado una pérdida económica. Como los peregrinos no estaban familiarizados con Jerusalén, los mercaderes del Templo vendían los animales para el sacrificio a un precio más alto que en cualquier otro lugar de la ciudad. El sumo sacerdote pasaba por alto su deshonestidad, siempre y cuando recibiera su parte.
• Además de su ira por la avaricia de los cambistas, Jesús odiaba el ruido y el alboroto en el patio, que habría hecho imposible que los gentiles devotos rezaran allí.
• Unos 40 años después de que Jesús limpiara el Templo, los romanos invadirían Jerusalén durante un levantamiento y arrasarían por completo el edificio, que nunca volvería a reconstruirse. Hoy, en su emplazamiento en el Monte del Templo, se alza la Cúpula de la Roca, una mezquita musulmana.
• Los Evangelios nos dicen que Jesucristo estaba inaugurando un nuevo pacto con la humanidad, en el que el sacrificio de animales terminaría, sustituido por el sacrificio perfecto de su vida en la cruz, expiando el pecado humano de una vez por todas.

Versículo clave de la Biblia

Marcos 11:15-17