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La muerte repentina de Ananías y Safira es uno de los sucesos más aterradores de la Biblia, un recordatorio aterrador de que Dios no se burla. Aunque sus penas nos parezcan extremas hoy en día, Dios los juzgó culpables de pecados tan graves que amenazaban la existencia misma de la iglesia primitiva.
Preguntas para la reflexión
Una cosa que aprendemos de la historia de Ananías y Safira en la Biblia es que Dios exige total honestidad de sus seguidores. ¿Soy completamente abierto con Dios cuando le confieso mis pecados y cuando acudo a él en oración?
Referencia bíblica
La historia de Ananías y Safira en la Biblia tiene lugar en Hechos 5:1-11.
Resumen de la historia bíblica de Ananías y Safira
En la primitiva iglesia cristiana de Jerusalén, los creyentes estaban tan unidos que vendían sus tierras o posesiones sobrantes y donaban el dinero para que nadie pasara hambre. Este reparto de recursos no era un requisito formal de la iglesia, pero los que participaban eran vistos con buenos ojos. Su generosidad era un signo de su autenticidad. Bernabé era una de esas personas generosas en la iglesia primitiva.
Ananías y su esposa Safira también vendieron una propiedad, pero se quedaron con parte de las ganancias para ellos y dieron el resto a la iglesia, poniendo el dinero a los pies de los apóstoles.
El apóstol Pedro, a través de una revelación del Espíritu Santo, cuestionó su honestidad:
Entonces Pedro le dijo: "Ananías, ¿cómo es que Satanás ha llenado tanto tu corazón que has mentido al Espíritu Santo y te has quedado para ti parte del dinero que recibiste por la tierra? ¿No te pertenecía antes de ser vendida? Y después de vendida, ¿no estaba el dinero a tu disposición? ¿Qué te hizo pensar en hacer una cosa así? No has mentido a los hombres, sino a Dios" (Hechos 5: 3-4).Ananías, al oír esto, cayó muerto inmediatamente. Todos en la iglesia se llenaron de miedo. Unos jóvenes envolvieron el cuerpo de Ananías, se lo llevaron y lo enterraron.
Tres horas más tarde, entró la mujer de Ananías, Safira, sin saber lo que había pasado. Pedro le preguntó si la cantidad que habían donado era el precio total del terreno.
"Sí, ese es el precio", mintió.
Pedro le dijo: "¿Cómo se te ocurre poner a prueba al Espíritu del Señor? Mira; los pies de los hombres que enterraron a tu marido están a la puerta, y te sacarán a ti también" (Hechos 5: 9).
Al igual que su marido, cayó muerta al instante. De nuevo, los jóvenes se llevaron su cuerpo y lo enterraron.
Con esta muestra de la ira de Dios, un gran temor se apoderó de todos en la joven iglesia.
Ver también: Historia de la Iglesia PresbiterianaLecciones y puntos de interés
Los comentaristas señalan que el pecado de Ananías y Safira no fue que retuvieran parte del dinero para ellos, sino que actuaron con engaño mintiendo sobre el precio de venta como si hubieran dado toda la cantidad. Tenían todo el derecho a quedarse con parte del dinero si lo deseaban, pero cedieron a la influencia de Satanás y mintieron a Dios.
Su engaño socavó la autoridad de los apóstoles, que era crucial en la Iglesia primitiva. Además, negó la omnisciencia del Espíritu Santo, que es Dios y digno de completa obediencia.
Este incidente se compara a menudo con las muertes de Nadab y Abiú, hijos de Aarón, que servían como sacerdotes en el tabernáculo del desierto. Levítico 10:1 dice que ofrecieron "fuego no autorizado" al Señor en sus incensarios, en contra de su mandato. Salió fuego de la presencia del Señor y los mató.
La historia de Ananías y Safira también nos recuerda el juicio de Dios sobre Acán. Después de la batalla de Jericó, Acán se quedó con parte del botín y lo escondió bajo su tienda. Su engaño trajo la derrota a toda la nación de Israel y provocó su muerte y la de su familia (Josué 7).
Dios exigió honor bajo el antiguo pacto y reforzó ese orden en la nueva iglesia con la muerte de Ananías y Safira.
Ver también: Jocabed, madre de Moisés¿Fue el castigo demasiado severo?
El pecado de Ananías y Safira fue el primer pecado registrado en la iglesia recién organizada. La hipocresía es el virus espiritual más peligroso para infectar la iglesia. Estas dos muertes impactantes sirvieron de ejemplo al cuerpo de Cristo de que Dios odia la hipocresía. Además, hizo saber a creyentes y no creyentes, de manera inequívoca, que Dios protege la santidad de su iglesia.
Irónicamente, el nombre de Ananías significa "Jehová ha sido misericordioso" Dios había favorecido a Ananías y Safira con riquezas, pero ellos respondieron a su regalo engañando.
Fuentes
- Nuevo Comentario Bíblico Internacional W. Ward Gasque, editor del Nuevo Testamento.
- Comentario a los Hechos de los Apóstoles J.W. McGarvey.